Queremos manifestar nuestro profundo agradecimiento por el apoyo y la solidaridad brindada ante la situación de retención y privación de la libertad que vivimos, con nuestros hijos menores de edad, por más de 34 horas, en condiciones indignas, el pasado domingo 29 y lunes 30 de junio, por parte de las autoridades migratorias serbias. Estos actos de acompañamiento nos han dado fuerza en un momento tan complejo.
Agradecemos de manera especial, al presidente Gustavo Petro por manifestarse públicamente y expresar su respaldo. Su análisis e intervención como representante del Ejecutivo ha sido fundamental para visibilizar nuestra situación y la de muchos otrxs colombianxs y latinoamericanxs, poniendo de presente una problemática que tiene raíces profundas en gobiernos anteriores.
Extendemos nuestro agradecimiento a la Canciller Laura Sarabia, al Vice Ministro de Asuntos Multilaterales, Mauricio Jaramillo, a la Embajada de Colombia en Hungría, orientada por el Embajador Ignacio Ruiz, que atiende Serbia, así mismo, al Cónsul en Budapest, Sebastián Vallejo y su equipo diplomático. Todos(as) con prontitud y dedicación trabajaron para garantizar nuestra seguridad y bienestar. Su compromiso fue determinante para una solución positiva.
De igual manera, queremos resaltar, una vez más, la labor de las directivas de la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad Pedagógica Nacional, en cabeza de los rectores Leopoldo Múnera y Helberth Choachi, que han mantenido una convicción democrática en defensa de la libertad de pensamiento.
Al Equipo Jurídico Pueblos; Objetivo Libertad; Brigada Jurídica Umaña Mendoza; la Asociación Jorge Freytter; Carrers del Moón Drets Humans; la Escuela Ruta Migrantes; Vamos por los Derechos Internacional; Defendamos la Paz Internacional y las diversas redes de latinoamericanos en Europa; a la abogada Gloria Amparo Silva y los abogados Luis Guillermo Pérez y Uldarico Flórez y otrxs defensorxs de derechos humanos en Colombia y a nivel internacional, quienes hicieron diversas denuncias y solicitudes para nuestra liberación.
A lxs profesorxs, estudiantes y trabajadorxs, que individual y colectivamente se pronunciaron en distintos comunicados y apoyos, así como a las organizaciones académicas nacionales e internacionales, entre otras la Asociación Colombiana de Sociología; la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS); el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), la Red Internacional de Estudios sobre Estados de Excepción y Terrorismo de Estado (REDET), y a todxs lxs académicxs que se mantuvieron atentas(as) a lo sucedido, prestando toda su colaboración para gestionar soluciones y, lo más importante, mantener la resistencia y la esperanza, contando con el apoyo de periodistas y medios alternativos de comunicación.
A las directivas del 58 Congreso Internacional de Americanistas, al Secretario General del 58 ICA, Dejan Mihailović; a la Presidenta del Comité Organizador del 58 ICA, Bojana Kovačević, quienes siempre estuvieron trabajando por nuestro ingreso a Serbia para garantizar por todos los medios, nuestra participación en el Congreso, como efectivamente se logró.
Esta experiencia, aunque dolorosa, nos ofrece una oportunidad para reflexionar sobre la grave realidad de las alertas migratorias, que persisten en señalar y estigmatizar a quienes pensamos de manera diferente o disentimos del pensamiento hegemónico. Lamentablemente, las consecuencias de estos señalamientos no solo se reflejan en obstáculos migratorios, sino en situaciones como la que vivimos, que afectan nuestras libertades fundamentales y nuestros derechos, involucrando en ella a todo el núcleo familiar.
Cabe recordar que en lo que atañe a las universidades públicas colombianas, el General (r) Óscar Naranjo, ex director de la Policía Nacional de Colombia, reconoció ante la Comisión de la Verdad, en el 2021, que desde las instituciones de la Fuerza Pública habían estigmatizado a la comunidad universitaria, considerando que la universidad era una “especie de cantera estructuralmente vinculada a grupos armados y que en la universidad se producía la vinculación de combatientes para estas guerrillas”. En el caso particular del profesor Beltrán, este mismo oficial -quien fuera también director de inteligencia- señaló en el 2009, ante los medios de comunicación, que el docente se dedicaba a organizar células terroristas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuando en realidad estaba realizando estudios posdoctorales.
El caso de Naranjo, sólo es un ejemplo de cómo la llamada “Doctrina de Seguridad Nacional” -auspiciada desde El Pentágono en EEUU- ha orientado el accionar de las Fuerzas Armadas colombianas, identificando a la comunidad universitaria crítica como parte de un “enemigo interno”, criminalizando también al movimiento popular y a las organizaciones de izquierda. Los gobiernos colombianos anteriores han estimulado estas políticas, que hoy siguen vigentes, a través de listas, que en su momento fueron proporcionadas por organismos de inteligencia y continúan funcionando -por encima de los gobiernos que se apartan de estas nefastas prácticas- vulnerando derechos fundamentales y desconociendo fallos judiciales.
Esperamos que lo sucedido sirva de estímulo para un debate urgente sobre las políticas migratorias, la discriminación ideológica y el respeto a la libertad de pensamiento. Invitamos a seguir trabajando colectivamente en la perspectiva de garantizar que hechos como el sucedido no se repitan y, sirvan de impulso para generar cambios estructurales en estás prácticas.
Una vez más, agradecemos a todxs quienes han mostrado su apoyo y solidaridad en este proceso. Gracias a ustedes, hemos podido superar este desafío con dignidad y esperanza. Continuemos luchando juntos por un mundo donde la diversidad de ideas y pensamientos no sea motivo de represión, y el pensamiento crítico no sea considerado terrorismo.
Abrazos fraternos.
Miguel Ángel Beltrán Villegas. Docente Universidad Nacional de Colombia
Luisa Natalia Caruso. Docente Universidad Pedagógica Nacional
Novi Sad, 1 de Julio de 2025
0 comentarios