Ante el hambre y el abandono, la desobediencia se necesita

12 de septiembre de 2024

El 9 de septiembre, en horas de la mañana, las personas privadas de la libertad recluidas en el Pabellón 16 de la Cárcel y Penitenciaría de Mediana Seguridad de Bello, Antioquia, y agrupadas en el Movimiento Nacional Carcelario, iniciaron una huelga de hambre como vía de hecho para exigir el cese de la violación sistemática de derechos fundamentales, específicamente, el derecho a una alimentación digna y a la atención médica oportuna y de calidad.

Esto quedó evidenciado semanas atrás por algunos medios de comunicación, en los cuales se informó que “en una inspección realizada por la Secretaría de Salud de Bello, que tras recibir varias denuncias, encontró 1.300 kilos de carne en mal estado en inmediaciones del lugar donde se preparan los alimentos para los reclusos”[1].

De otro lado, indican que voceros de Derechos Humanos han reiterado en múltiples ocasiones que esta no es una situación aislada, sino que diariamente reciben alimentos en baja cantidad, en condiciones insalubres y difíciles de consumir. 

Otra de las situaciones que se presentan, son las demoras en la atención médica, en la entrega de medicamentos y en  la realización de tratamientos especializados, lo cual pone en riesgo la vida de los presos..

Tras ejercer su derecho a la protesta y sostener la huelga de hambre, las personas privadas de la libertad lograron que las instituciones encargadas de estos servicios asumieran los siguientes acuerdos:

  • Recibirán atención médica dos días a la semana, los miércoles y viernes, así como en un plazo máximo de 48 horas les será entregado los medicamentos recetados.
  • La Secretaría de Salud de Bello realizará inspecciones sanitarias aleatorias y toma de muestras del menú que se les suministra a los internos para ser enviada a un debido análisis especializado.
  • La Defensoría del Pueblo de Antioquia actuará como coadyuvante de todas las PQRSD que realicen los reclusos y a su vez, visitará el área de sanidad para verificar la cantidad y calidad de los medicamentos de la farmacia.

Las personas privadas de la libertad, señalan que si bien estos compromisos constituyen un logro importante, mientras se mantenga la tercerización de los servicios de alimentación y salud, siempre existirá un riesgo de vulneración de derechos, al ser entendidos estos como un negocio de terceros, de los cuales se busca sacar ganancias privadas a costa de la calidad y oportunidad en la garantía de los mismos.

¡¡Preso es quien no lucha!!

[1] https://www.elcolombiano.com/antioquia/huelga-de-hambre-por-comida-en-carcel-bellavista-FN25392160

Equipo Jurídico Pueblos

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