El miércoles 15 de marzo de 2023 el compañero Jeremy[1], un joven de 22 años, fue detenido cerca de su domicilio en Ginebra, Suiza; registraron su vivienda y posteriormente lo condujeron a la comisaria. De manera casi inmediata fue trasladado a la cárcel de Champ-Dollon ubicada en la comuna de Pupingle. A la fecha, Jeremy permanece privado de la libertad bajo la acusación de haber incendiado en enero de 2022, dos vehículos y saboteado maquinaria de construcción en la gravera de Sézegnin, propiedad del gigante mundial del cemento Lafarge-Holcim.

Hay que precisar que en la legislación penal suiza, la detención preventiva debe estar justificada, ya sea por riesgo de fuga por parte del procesado, por riesgo de connivencia entre el detenido y posibles cómplices o, por el riesgo de repetición del presunto delito; la existencia de cualquiera de estos requisitos puede ser suficiente para imponer la medida de aseguramiento en establecimiento carcelario. Pero aparte de la prisión, existen otras medidas y mecanismos, como el arresto domiciliario, que permiten mitigar estos supuestos riesgos.

En el caso de Jeremy el sistema judicial suizo ha optado por imponer un trato arbitrario, desproporcionado y punitivo, incluso antes de que finalice la investigación.

Hay varias actuaciones cuestionables por parte de la policía. En marzo de 2022, citaron a Jeremy por un caso aislado, en dicha diligencia, le tomaron muestras de ADN pese a que no había absolutamente ninguna justificación para hacerlo en ese momento. La policía también conocía el número de teléfono de Jeremy, aunque él nunca se los había informado. Estas dos situaciones sugieren que Jeremy estaba siendo perseguido y hostigado por parte de la policía en razón a su activismo político.

CHAMP-DOLLON: LA CONSTANTE DE LOS TRATOS CRUELES E INHUMANOS

Champ-Dollon es una prisión donde las condiciones de detención son consideradas como las peores en el continente europeo. Los detenidos pasan 23 horas al día encerrados en una celda que a menudo se comparten con más presos. Champ-Dollon es conocido por sus condiciones inhumanas de detención y hacinamiento. En efecto, para 398 plazas oficiales, esta prisión alberga entre 600 y 800 presos. La prisión sólo dispone de tres teléfonos, lo que supone meses de espera para poder comunicarse con sus seres queridos. Las personas que se encuentran allí sólo tienen derecho a dos sesiones deportivas de una hora a la semana, pero ésta puede cancelarse sin ningún tipo de sustitución.

El régimen penitenciario de esta cárcel colinda con la violencia y la humillación: desnudar totalmente a los privados de la libertad para realizarles “registros” antes y después de cada visita; maltrato y actos de violencia por parte de los guardias; dificultad para recibir atención médica; el acceso a los productos de primera necesidad sólo posible durante la «hora de la queja» (paso de los guardias) a las 7 de la mañana; falta de medidas pertinentes para afrontar la ola de calor; la desastrosa gestión de la pandemia entre los años 2020 y 2021; las salas de visita son vigiladas; las conversaciones telefónicas con los familiares son grabadas, en fin, son un sinnúmero de hechos y situaciones contrarias a los DDHH y la dignidad.

En la cárcel se encuentran sobre todo personas sin documentos, personas racializadas o pobres. La verdadera función de la cárcel es excluir a los indeseables, no reducir la delincuencia. Jeremy tiene el privilegio de tener papeles suizos y ser blanco. No tendrá que soportar los insultos racistas de los guardias, ni temer por la expulsión del país. Tiene muchos parientes que le llevan paquetes y le escriben, a diferencia de muchas personas encarceladas. Pero Jeremy también forma parte de los indeseables del «buen orden de la sociedad», está inscrito como militante, cuestiona las injusticias de la sociedad actual.

¡¡NOS SOLIDARIZAMOS EN LA LUCHA INTERNACIONAL!!

¡¡NOS UNIMOS EN LA DIGNA REBELDÍA!!

[1] Nombre ficticio con el fin de proteger la vida e integridad del compañero.